Hombres y mujeres frente a frente forman dos filas, distanciadas entre si unos tres metros. Comienza el ritmo sostenido de los tamboriles; las dos filas avanzan lentamente casi arrastrando los piés. Al llegar las dos filas frente a frente hombres y mujeres, sacan a fuera sus vientres y hancen como si quisieran chocarse con sus ombligos, luego se retiran un paso hacia atrás y repiten este movimiento pero con sus caras, como si fueran a besarse, luego se entrecruzan lentamente para colocarse en los lugares opuestos, es decir; los hombres en el lugar que ocupaban las mujeres y viceversa. Repiten ocho o diez veces la misma escena y el mismo desplazamiento.

Lauro Ayestarán