Salen entonces al medio el "Escobillero" o bastonero y el Gramillero. El primero lanza al aire su escobilla con la finísima habilidad de un prestidigitador, la hace rodar por su brazo y sin detener su movimiento veloz de rotación y traslación la hace girar hasta sus pies, la vuelve a levantar al aire, la hace recorrer todo el cuerpo, siguiendo con la vista sus movimientos, como si la escobilla tuviera vida propia. Entre tanto el "Gramillero" hace cabriolas apoyándose en su serpenteante bastón, como anciano atacado de súbita y epiléptica primavera. Avanzan un hombre y una mujer danzan en pareja suelta, dándose de vientre y dibujando él la silueta de ella en el aire, con sus manos y su cuerpo como si acariciara el lugar que ocupó, vuelven a su fila pero en último término y sigue otra pareja y así hasta llegar a la que inició esta especia de "pas de delux".

Lauro Ayestarán